El trabajar en una oficina puede ser peligroso para la salud. No se trata de que se respiren contaminantes que emanan de la copiadora o que te puedas tropezar, mas bien estoy hablando de como puede este tipo de trabajo colocarte una llanta de buen tamaño en tu abdomen. Para empezar el estar sentado en un escritorio de seis a ocho horas diarias lo hace a uno ser peligrosamente sedentario. Y el problema con ser sedentario es que el cuerpo quema menos calorías diarias y eso nos lleva a tener que comer menos, y a quien le gusta comer menos. Otro problema puede ser el de los horarios de trabajo. Si entras muy temprano en la mañana posiblemente se te va a dificultar el desayunarte lo cual a sabemos que provoca una serie de excesos mas tarde en el día. Existen negocios que "trabajan corrido" y no les dan a sus empleados tiempo para comer al mediodía y terminan comiendo hasta que salen, como a las cuatro o cinco de la tarde. A esas horas el hambre es mucha y cualquier cosa en la calle se nos antoja.
¿Que hacer?
1. Empieza a comer menos. Especialmente si acabas de empezar a trabajar en una oficina. El estar sentado en un escritorio por tanto tiempo tu metabolismo se hace mas lento, lo que significa que hay que comer menos cantidad. Sirvete menos comida en tu plato en las tres comidas de el día, pero especialmente en la cena. Come mas lento, durando cuando menos 10 minutos para poder ajustarte a las nuevas cantidades de comida que estas consumiendo.
2. Mentas, chicles sin azúcar, pasta de dientes, son tus mejores aliados. Es increíble como al traer una menta en la boca puede ayudarte a evitar el probar galletas de tus compañeros de trabajo. Sugiero también tener un cepillo de dientes en el trabajo y también usarlo como herramienta para evitar comer en el trabajo.
3. Pon atención a lo que estas comiendo. Las personas que ven la tele, surfean el Internet o leen mientras estan comiendo tienden a comer mas ya que la comida no la disfrutan. Por lo tanto cuando comas has solo eso y disfruta las sensaciones que te da la comida. Te vas a sorprender de como ésto te ayuda a comer menos.
4. Administra. Aprovecha al máximo los alimentos que tu seleccionas para comer. Nunca comas algo que no te gusta mucho. Disfruta cada bocado. Si puedes evita comer en tu escritorio y buscate un lugar donde puedas tener tranquilidad y nadie te este apresurando.
5. Contrarrestra. Si en el trabajo te la pasas todo el día en un escritorio, has ejercicio cuando menos tres veces a la semana, y mantente activo en tu casa. Lo peor que puedes hacer es seguir con la inactividad el resto de el día.
6. Toma café con azúcar de dieta. Pero solo si no lo vas a acompañar de galletitas. El café no tiene calorías y puede mantenerte lleno y alerta.
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