Para la mayoría de mis clientes, el tomar alcohol tiene un efecto dominós. Después de una bebida, se deshiniben y su apetito aumenta considerablemente. Esa combinación - aparte de las calorías extras de las bebidas mismas - trae como resultado el consumir cientos de calorías extras. Y sucede mas seguido de lo que ellos se dan cuenta, porque la mayoría de la gente subestima que tanto toman hasta que empiezan a hacer un diario de comidas. La buena noticia es que cuando le bajan a la bebida, también bajan de peso. Si este es tu caso, proponte el no tomar por 30 días seguidos, o comprometete a limitar tu consumo de alcohol en maneras especificas, como solo tomar una noche a la semana, y ponerse un máximo de 2 bebidas. Los resultados pueden ser dramáticos.
2. CONFIAR DEMASIADO EN LOS ALIMENTOS LIGHT.
Si es cierto que estos alimentos nos permiten, por su bajo contenido de calorías-grasa-azúcar, comer platillos que de otra manera no los podríamos comer, pero ... la mayoría tienen "aditivos" e ingredientes imposibles de pronunciar y si tienen calorías.
Muchos consumen en exceso estos productos light por que piensan que no les van a engordar, pero la verdad es que cualquier cosa en exceso puede traer efectos no deseados a nuestro organismo.
Ultimamente se ha descubierto que muchos de estos productos te dejan con hambre o con una sensación de querer comer mas. Como resultado de esto, algunos comen un alimento bajo en calorías pero luego siguen comiendo algo mucho mas alto calóricamente. El problema esta en confiar demasiado en estos productos, así es que consumelos pero ten cuidado de no terminar comiéndolos de mas.
3. COMER FRITANGAS
Fritangas son cosas como Pescado o Pollo frito o empanizado, Gorditas, Sopes, Taquitos dorados, Tostadas fritas, Flautas, Papas fritas, etc. Todos estos alimentos contienen una gran cantidad de grasa y por lo tanto también calorías en exceso. Muchas personas están habituadas a comer algunos de estos platillos hasta 3 veces por semana. Si este es tu caso es hora de que te deshagas de ese mal habito. Puedes hacerlo gradualmente o de una; no importa, solo hazlo.
4. BRINCARTE COMIDAS.
De seguro ya habías escuchado esta antes, pero es uno muy importante. El pasar largos tiempos sin comer puede traer dos efectos secundarios no deseados que te impiden bajar de peso. Primero, lo mas probable es que quemes menos calorías como una manera de compensar el no tener "combustible" cuando lo necesitabas. Segundo, vas a aumentar tus probabilidades de comer de mas por la noche, que es cuando tu nivel de actividad es bajo; y porque es imposible el quemar calorías de manera retroactiva, ese exceso de calorías se convierte automáticamente en grasa en la panza. En otras palabras, los horarios son importantes. Varios estudios han encontrado que no se trata solo de el consumo total de calorías en el día, sino también cuando comes te afecta. Una buena regla básica es el comer comidas mas grandes antes de tus horas mas activas, comidas mas pequeñas antes de horas de menos actividad, y nunca dejar que pasen mas de 6 horas entre cada comida.
5. CONTAR CALORÍAS.
La practica de andar contando calorías puede tener efectos contrarios. En un estudio se encontró que aun sin limitaciones, el contar calorías hizo que mujeres se estresaran mas. Nadie quiere eso. Además, el aumentar nuestro estrés puede resultar en una elevación de los niveles de cortisol, una hormona que aumenta el apetito, y también el deseo por azúcar y grasa, y también promueve el acumulamiento de grasa corporal (panza). Tenemos que tomar en cuenta también que la información calórica que viene en las etiquetas de los alimentos y en los menús de restaurantes no es perfecta. Una manera mas efectiva de ayudarse a bajar de peso y a cambiar hábitos alimenticios es aprender a reconocer porciones recomendadas. Es decir, en lugar de preguntar "¿Cuantas calorías tiene el arroz?" debemos preguntarnos "¿Cuanto arroz me puedo comer?".
6. COMER CON EL CORAZÓN.
El habito de buscar comida por aburrimiento, ansiedad, coraje, o aun por estar feliz es por mucho el obstáculo numero uno que mis clientes enfrentan en el proceso de bajar de peso. Prácticamente desde que nacemos se nos enseña a conectar la comida con las emociones. Muchos de mis clientes comparten historias acerca de como fueron recompensados con golosinas después de sacar buenas calificaciones en la escuela o por haber accedido a ir al dentista. Nos relacionamos con comida, se la llevamos a familiares que están sufriendo, la usamos para celebrar, o recurrimos a esta para esconder emociones desagradables. Es algo que es aceptado socialmente y es difícil de cambiar. Pero no es imposible. Y aun si tu solo has encontrado algunas alternativas a la comida para tratar con tus necesidades emocionales en un 50% del tiempo, te garantizo que con eso vas a bajar de peso.
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