lunes, 3 de enero de 2011

Cuando comemos con el corazón
























Tratando con mis pacientes en consulta me he dado cuenta de algo: cuando una persona esta sufriendo por cualquier razón, ya sea enfermedad, crisis económica, o una relación rota esta tiende a olvidarse de aquellas cosas que no son esenciales y se enfoca solamente en su situación difícil. De manera que el comer adecuadamente y el hacer ejercicio se convierten en accesorios a su vida de los cuales piensan que pueden prescindir. Inmediatamente su cerebro empieza a buscar alguna manera de "anestesiar" el sufrimiento que esta persona esta experimentando y en muchos casos esta anestesia es la comida. No come porque tiene hambre si no porque quiere sentirse mejor.
Yo creo que a todos nos pasa esto, nos enfermamos por ejemplo, y en ese momento decidimos que no queremos mas sufrimiento y empezamos a comer "en neutral", es decir, sin cuidarnos. Como que no queremos agregar otra carga o preocupación a la de la enfermedad y nos enfocamos solamente en sanar. Y así empezamos a comer descuidadamente, sin pensar, y guiados por las emociones comemos con el corazón. La verdad es que algunas personas tienen un umbral de dolor o sufrimiento muy reducido. No soportan estar sufriendo por tiempos prolongados o por múltiples razones. Quiero hacerle una pregunta, ¿es usted de los que si tienen una preocupación fuerte dejan de hacer ejercicio? o ¿cede a sus antojos mas facilmente?

Ahora que empezamos el año quiero sugerirle un par de cosas:

1. Aprenda a hacer varias cosas a la vez
Si puede hacerlo. Claro que puede hacerlo si hace un esfuerzo. Cuando tenga muchas actividades y/o muchos pendientes aprenda a mantener sus buenos hábitos alimenticios y de ejercicio no importando sus circunstancias. Esto va a suceder siempre y cuando usted ...

2. Cambie sus hábitos permanentemente
Cuando tome la decisión de solo ir a comer a restaurante 1 vez a la semana tome en cuenta que así va a ser por el resto de su vida y no solo por un mes. ¿Se cambio de ciudad o de trabajo? No importa, usted ya decidió de antemano que no va a volver a el mal habito de comer frecuentemente en restaurantes y taquerías.

3. Busque tiempo para no hacer nada
A pesar de que el ocio no lleva a nada bueno, nuestra mente necesita momentos de tranquilidad, de poder disfrutar la naturaleza, la familia, el mar, los pájaros. Es cuando nos detenemos a observar la vida que nos damos cuenta que esta fluye sin nuestra intervención y esto nos da fuerzas para seguir adelante.

4. Abraza y se abrazado
Dicen los investigadores que cuando recibimos un abrazo de un ser querido que dure mas de 20 segundos se liberan hormonas que nos proporcionan una sensación de confianza.

5. Cambie su expresión
Es posible modificar la tristeza cambiando nuestra expresión. Así como las emociones se nos reflejan en la cara, podemos provocar el mismo efecto a la inversa. Por lo tanto intente sonreír mas seguido y especialmente cuando ande triste o deprimido y vera como contrarrestra la angustia.

6. Haga ejercicio
Esto es muy bueno para manejar el estrés y la angustia y además quemamos calorías en el proceso lo cual nos ayuda a no subir de peso.

7. Coma alimentos con Vitaminas del grupo B
Estos nutrientes están dirigidos a nuestra mente y son necesarios para un buen equilibrio de el sistema nervioso. Estas vitaminas se encuentran en los frutos secos, las carnes, y en los cereales.

Todo esto es para evitar comer con el corazón porque no debe ser así. El comer con el corazón nos lleva irremediablemente a subir de peso y a crear patrones en nuestro comportamiento que nos llevan al retroceso, a poner nuestra confianza en lugares equivocados.

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