jueves, 3 de octubre de 2013

GUERRA DE COMIDA












Te has embarcado en una nueva y mas saludable manera de comer, la cual te hace sentir muy bien contigo mismo y con tu cuerpo.  Pero a las personas importantes en tu vida - esposo(a), compañero, familia, amigos - se les esta haciendo difícil aceptar los cambios.  Ellos todavía están comiendo las usuales comidas que son malas para la salud, y piensan ya sea que no comprenden porque ya no te unes a ellos en su festín de donas o que te has convertido en un fanático de tu salud y que odias todo lo divertido.  Por tu parte, a ti te encantaría el poder compartir tu nueva sabiduría en cuanto a la comida con las personas que amas, pero no quieres que se pongan mas a la defensiva de lo que ya están.  También quieres permanecer fiel a tus nuevos valores sin que te veas como un juez o un anticuado.  Es una prescripción para el estrés, pero hay maneras de calmar las cosas y de encontrar una actitud de come - y - deja - comer.  Aquí están algunos consejos para traer de nuevo la calma a la mesa.

OBSTÁCULOS QUE HAY QUE SUPERAR

1.  Tu propia rigidez.  Es natural, especialmente cuando recién empiezas a cambiar tus patrones de alimentación, el tratar de obedecer todas las reglas de alimentación y de hacer todo perfectamente - lo cual puede llevar a una actitud de amargura y ansiedad de parte tuya y provocar estar a la defensiva a los demás.  En tu entusiasmo puede que estés tan absorto en tus nuevos hábitos que ni siquiera notas que tu rutina de alimentación les parece a los demás algo rígida y extrema.

2.  La urgencia de convertir.  Aunque tu entusiasmo acerca de tus nuevos habitos alimenticios este justificado, no des consejos de nutrición sin que te lo hayan pedido.  El fervor por reclutar a otros para tu nueva causa puede tener el efecto opuesto - alejándolos y haciendo mas probable que llenen sus platos de comida con alimentos con comida chatarra.  También puede contribuir a su sentir de que te has convertido en un "mas santo que tu" en cuanto a la comida, y hacer mas difícil que encuentres puntos de coincidencia a la hora de la comida.

3.  Sentimientos de ambivalencia.  Otra fuente de negatividad de tu parte puede ser esta sensación de incertidumbre acerca de si vas a poder apegarte a tu plan o no.  ¿Tienes lo que se necesita para decirle adiós a el azúcar para siempre?  Si dejas los lácteos por ejemplo, ¿vas a dejar los lazos de unión que creaste con tu familia en esas noches de helado los viernes?  Esta incertidumbre se puede sentir mas pronunciada cuando estas rodeado de gente que no están en tu plan.

4.  Temor a no encajar.  El llevar tu propia comida a una fiesta, o el estar en una comida con tus amigos y no poder participar con los aperitivos que todos están comiendo., puede despertar en ti una inseguridad haciéndote sentir excluido.  La comida y la comunidad están muy conectadas, y puede ser difícil el mantenerte firme.

5.  Diferencias de opinión acerca de lo que es saludable.  Los temas acerca de comer saludablemente están llenos de debates, y amigos y familiares con buenas intenciones pueden intentar reclutarte para su lado - con un montón de ciencia (o seudo ciencia) en su arsenal.  "¿Dices que eres vegetariano? ¿De donde vas a obtener tus proteínas?" o "¿Ya no consumes lácteos? ¿No extrañas los probioticos de el Yogur?"  Puede que te sientas tan abrumado por las diferentes perspectivas alimenticias que estas tentado a tirar la toalla y regresar a tus viejos habitos.

ESTRATEGIAS DE ÉXITO

1.  Date cuenta de que no se trata de ti.  La gente que te contradice acerca de la comida probablemente se siente insegura acerca de sus propios habitos.  Su antagonismo puede que tenga mas que ver con ellos que contigo.  Aquí lo que se necesita es compasión la cual te ayudara a no contra atacar.

2.  Da explicaciones sin juzgar.  El hablar de lo que te motiva de una manera amistosa puede ayudar a disminuir las tensiones.  Esto incluye el aclarar que tus convicciones no juzgan a nadie.  Una de las mejores maneras de hacer esto es lo que los sicólogos llaman el efecto de el planteamiento.  Si tu planteas la explicación de tus habitos alimenticios en términos de "yo no como esas cochinadas", vas a antagonizar.  Pero si tu lo planteas como "estoy comiendo diferente como un experimento para ver como me siento", le quitas el aspecto de juicio.

3.  Dirige con el ejemplo.  Si quieres influencias a tus amigos, lo mejor que puedes hacer es poner un buen ejemplo y dejar que ellos vean como bajas de peso y te pones en forma.  Sermones y largas explicaciones no le hacen competencia a una piel y ojos brillosos, un cabello sedoso, mas energía, y una perdida de peso que usualmente acompaña a el comer saludablemente.

4.  Dile a tus anfitriones con anticipacion.  El dejar que tus anfitriones sepan de tus necesidades alimenticias y de tus limites antes de una fiesta o reunión puede sentirse como una proposición rara, pero es lo mas considerado que puedes hacer.  Las personas te reciben en su casa porque quieren hacer algo que tu disfrutes, y la mayoría se van a sentir mejor al saber de tus limites y tus preferencias de antemano para así poder prepararse.  Si necesitas llevar tu propia comida, una llamada corta antes es también apreciada; el abrir tu propio tupperware mientras otras seis personas se están sentando para cenar puede ser embarazoso y frustrante.

5.  Haz énfasis en el placer.  Te sugiero que para no estar como juez cuando le digas a la gente acerca de tus nuevos hábitos alimenticios, hables mas acerca de el placer y no tanto de la obligación, y déjale saber a tus amigos que sabes porque les gusta lo que les gusta.  Puedes decirles "Oye, la Pizza esta bien, pero también la ensalada, aunque no lo creas.  Me encanta como me hace sentir.  No estoy tratando de restringirme o presumir mi fuerza de voluntad, realmente me gusta esto."  El hacer énfasis en la felicidad puede realmente desarmar al mas duro de los críticos.

6.  Apegate a tus valores.  Sin duda la mayoría de nosotros estamos comiendo en maneras que nos enferman.  Si las quejas de los demás están estremeciendo tu propósito, recuerdate a ti mismo que el comer saludablemente realmente es algo bueno para ti y que vale la pena defenderlo.  Es muy poco probable que estas siendo tan extremista en tus cambios que te has tornado en fanático.

7.  Escoge bien tus batallas.  Si es el cumpleaños de mi abuela y alguien le hace su pastel de chocolate favorito y todo mundo esta comiendo, puede que este sea un buen tiempo para comerse un pedazo.  Definitivamente hay algo que decir acerca de ser algo flexible en esos tiempos cuando la nutrición no es el valor principal - cuando mas bien se trata de el amor o la tradición.  Por supuesto, si tu plan de alimentación tiene algunos absolutos debido a enfermedades (como Diabetes), u otros factores no negociables, puedes decírselo suavemente a tu abuela.  El explicarlo en términos de reacciones negativas puede ser lo de mas ayuda en estas situaciones llenas de tradiciones.

8.  Se firme con los críticos mas persistentes.  Si después de toda la buena voluntad que has proyectado, alguien simplemente no deja de criticar o de burlarse de tu plan de alimentación, quizás sea necesario el llevarlo a un lado y tener una conversación en la que tu de una manera calmada expones tus razones para comer como lo estas haciendo.  "Se que tienes tus dudas reales acerca de como me alimento, pero estoy haciendo esto en serio, y es importante para mi, y no tengo ni la mas mínima intención en hacer que alguien que no esta alimentandose como yo se sienta mal o equivocada.  Apreciaría mucho si tu me ayudaras a apegarme a este plan."

1 comentario:

David dijo...

Es muy importante cuidarse con la alimentación y por eso uno debe saber bien que come y llevar a cabo un registro. Como a mi me gusta mucho la comida oriental trato de ir a comer sushi en palermo cada ve que tengo la oportunidad